Ninja Gaiden (o... cómo resucitar una franquicia con éxito)

Reportaje

Acompañadme, si me permitís, a hacer un viaje a un pasado no muy lejano para conocer uno de los títulos más emblemáticos de las generaciones presentes.

04/03/2011 23:00
Un título adorado y temido a partes iguales que recrea un mundo en el que los demonios amenazan la existencia y los ninjas pueden llevar traje de cuero sin dejarse la entrepierna escocida. Toda historia tiene un principio. Allá vamos.

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Origenes (o... ekisubokusu tte... nani?)

20110303_00078.jpgEl siglo XXI andaba en pañales pero la tecnología del entretenimiento comenzaba a extenderse como nunca y Japón todavía realizaba RPGs buenos. Xbox era una consola querida por los sajones, esas criaturas con grandes narices que se pasaban el día jugando a los primeros títulos de Halo. Sin embargo, sus pobres primas japonesas pasaban las noches, cubiertas de polvo, contándose sus penas en las estanterías de las grandes superficies niponas bajo la mofa de las consolas de Sony y Nintendo. Un señor llamado Tomonobu Itagaki, maravillado por las características de Xbox y apiadado por el panorama que la consola tenía en su país, puso su estudio Team Ninja al servicio de esta. Dead Or Alive 3, Ultimate y Xtreme Volleyball hacían las delicias de aquellos que se acercaban a Akihabara a llevarse una de las consolas para poder disfrutar, a través de sus empañadas gafas, de las turgentes y "moe" protagonistas de la saga. 20110304_00085.jpgNo contentos con tener a "cienes" de miles de otakus en el bolsillo, la leyenda cuenta que el Team Ninja tenía un juego exclusivo, en el que estuvo trabajando cinco años y que rescataba una franquicia llena de polvo que hizo pasar buenos ratos a los usuarios de la vieja famicom de Nintendo y las consolas de Sega. No era otra que la saga Ninja Gaiden, con el beneplácito de Tecmo. Originalmente destinado a Dreamcast antes de su fracaso, el título estuvo a punto de caer en Playstation 2 de no ser por que la Xbox le robó el corazón a Itagaki.

Se encienden las consolas (o... ¡Wa tio, que juego tó wapo!)

En 2004, Ninja Gaiden salió a la venta. El protagonista era Ryu Hayabusa, un ninja al cual le gustaba, en sus ratos libres, darse de leches en Dead or Alive (¿con la excusa de pillar cacho?). Un día la aldea de su clan, poseedor de la espada dragón, recibe un brutal ataque por parte del ejercito infernal del malvado Doku, despertado por el imperio Vigoor con el objetivo de obtener la espada. Doku consigue su objetivo vapuleando a nuestro prota. Tras recuperarse, Ryu empezará un largo camino con el afán de recuperar la espada, el honor de su clan y machacar el trasero de todo el que se le cruce. Los únicos traseros que no pateará son los de su compañera de clan Ayane (ya conocida por los jugadores de DOA) y el de Rachel, una cazadora de demonios con serios problemas de espalda. Vamos, que el resultado era una bomba pero tan dificil que hizo que muchos japoneses sustituyeran las apretadas cuerdas anudadas, usadas en sus habituales ejercicios de sadomasoquismo, por una copia del juego. Ninja Gaiden tuvo un éxito arrollador, tanto de crítica como de público, y evidentemente salió de Japón. En un instituto de Wisconsin, John Doe les cuenta a sus compañeros de clase que estaba jugando a un juego muy chungo, de esos de decir "a que no hay huevos de pasárselo". En una boulangerie de París, el joven Pierre se toma su tercer café consecutivo pues ha pasado parte de la noche en vela intentando vencer a una diablesa voladora llamada Alma, tan sexy como mortal. En su casa de l'Hospitalet de Llobregat, Jordi juega un rato al Ninja Gaiden y, al quedarse encallado, lo abandona para probar y empezar su enésimo juego descargado de internet.

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Ninja Gaiden se expandía como una mancha de aceite y tuvo sus problemas con los diversos organismos de calificación por edades. ¿Por los pechos de Rachel y sus propias leyes físicas imposibles? No, pero no veáis como se ponían por unas cuantas cabezas cercenadas surcando la escena. El alto grado de violencia hizo que Team Ninja lanzara en cada zona un juego con más o menos desmembramientos y plasma rojo. En su día, el juego ya contó con un par de contenidos descargables en la añeja Xbox Live. Estos añadían al juego nuevos retos y alguna que otra nueva técnica y característica. El éxito propició que Team Ninja lanzará Ninja Gaiden Black una edición levemente más fácil y con los contenidos descargables previos. Tuvo una acogida tan buena como el anterior, pero todavía quedaba gente desesperada que se daba de cabezazos contra la pared al verse acribillado una y otra vez por el mismo tanque. "Os jodéis y bailáis, nenazas" fué la respuesta de Itagaki, el Risto Mejide de los videojuegos.

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