Los mejores momentos de Gears of War

Otro lo de miles de desternillantes momentos que nos ofrecen estos dos personajes corresponde a la primera entrega de Gears Of War durante el nivel de las alcantarillas:

-Baird: Joder, esto está lleno de mierda.

-Cole: Tranquilo Baird, te vendrá bien para mejorar tu sistema inmunológico.

¿Quién no pasó miedo con el primer encuentro del Berserker?

Cuando nos encontramos defendiendo una plaza de las terribles hordas Locust asistimos al asesinato de nuestro teniente por parte de Raam. Sin más ayuda que nuestra arma y nuestro equipo de tres hombres, Marcus, Dom, Baird y Cole, deciden refugiarse en un edificio anexo a fin de poder encontrar una solución para poder acabar con las “larvas”. Con lo que no contábamos es que dentro de dicho edificio conoceríamos al Berserker, un enemigo que sin duda nos puso los pelos de punta a todos la primera vez que lo encontramos…quedamos avisados por parte de Anya a través de la radio, nos advierte que tan solo el sonido puede alertarle de nuestra presencia.

Avanzamos despacio, los protagonistas hablan en voz baja, ello hace que todo quede aún más en tensión, giramos la esquina y… el muro cae delante nuestra derribado por el Berserker, durante unos segundos nos quedamos sin saber qué hacer, vemos cómo avanza hacia nosotros dispuesto a destrozarnos…

Y así es como  muchos de vosotros vivísteis seguro el encontronazo con esta bestia, que sin duda nos puso el corazón en un puño al tener que sacarla al exterior siendo ella misma la que derribara puertas y paredes para aniquilarla a cielo abierto con el martillo del alba.

Con la boca abierta nos quedamos cuando vimos la lluvia en Gears Of War

Huíamos a toda velocidad de la ciudad dispuestos a encontrar en la central una forma de acabar con los Locust, era de noche y la lluvia azotaba las caras de los personajes, una vez terminó el video CG no nos podíamos creer que esa lluvia fuera real, que estuviera ahí; sin duda se convirtió en un personaje más en ese nivel.

El motor Unreal Engine 3 estaba arrancando, Unreal Tournament III y Gears Of War eran las primeros títulos en recibir dicho prodigio; hasta ahora solo mostraba unas extraordinarias texturas que si bien no lucían de un gran colorido como las que pueden ofrecer ahora en Gears Of War 3, si dejó más que impresionado a todo el mundo con la lluvia que era capaz de recrear en ese nivel del primer juego de Marcus y compañía.

¿Quién no al terminar la CG se puso a mirar los árboles para ver como resbalaba el agua a través de ellos? ¿Y ver como esta caía sobre la cabeza de nuestro protagonista al hacer zoom? Incluso el notar como esa lluvia no era capaz de dejarnos ver lo que teníamos unos cuantos metros más adelante; todo ello sumado a que el nivel se desarrollaba  en la más oscura noche y en una fábrica abandonada hacía sin duda de uno de los momentos épicos de la saga Gears Of War.

Javitxu

Resulta difícil destacar un solo momento para dos auténticos lujos que han dado lustro al catálogo de exclusivos de Xbox 360, ya que basta con echar la vista atrás para rememorar un buen puñado de grandes recuerdos en compañía de los Marcus, Dom y compañía. Además de alucinar con el detalle de los musculados brazos de los protagonistas – con sus venas y tatuajes a gogó – me quedo con los primeros minutos descubriendo el sistema de coberturas a golpe de botón.

El dinamismo que ofrecía el salir y entrar de coberturas mientras decenas de Locust no dejaban de salir bajo tierra y los que ya había nos acribillaban a balazos era una delicia jugable apoyada por un diseño de niveles sobresaliente. La segunda entrega mejoró aún más este nivel incorporando coberturas móviles y no han sido pocos los juegos que han querido imitar la fórmula del éxito con más o menos acierto.

Epic consiguió con Gears of War un juego redondo, uno de los grandes exponentes de la presente celebración que seguro cerrará con su tercera entrega una trilogía difícil de olvidar. Llega Gears 3 y con él volverán las coberturas acompañando a la tensión, los insultos, los Lancer rugiendo y quién sabe si el final de la compañía Delta o el comienzo de algo nuevo y emocionante.