Adiós 2008

Ya está otra vez la vecina de arriba cantando. Todos los meses lo mismo. Tiene un juego de karaoke o algo de eso y creo que se compra todo lo que sale, porque no para. Y si todavía cantara bien sería estupendo, pero hay que oirla. No queda ni una gaviota en este lago, creo que han emigrado a la amazonia, con Indiana, porque aunque las han convertido en piezas de Lego, dicen que allí no las molesta nadie. Cómo las entiendo.

Pero eso no es lo peor. El otro día nos cruzamos en el ascensor y ella iba con una caja enorme. Yo, amablemente, le dije: "Qué? Los regalos de Navidad?" y me dice la doña, "Que va, un juego con una batería, un micro y una guitarra para acoplar con mi karaoke, ahora voy a formar un grupo". Creo que debió de notar cómo me ponía blanco porque se le puso una expresión de terror en el rostro, que ni Cervantes cuando salta al ring a pelearse con la engreída esa de Ivy. ¿Habéis visto esos combates? Yo una vez aposté en uno y ya no he vuelto, porque además de perder, me llevaron a un sitio llamado Torre de Almas y, Dios, la que me dieron de golpes.

Me cogí la baja unos días porque no podía ni moverme, así que pasé los días en la cama jugando con mi PSP que se actualizaba constantemente. Madre mia qué cantidad de actualizaciones en unos meses. Empecé el año con la 2 y pico y lo he terminado por encima de la 5.

Pero la revolución en el mundo no se acaba aquí. Por si fuera poco la de guerras y asesinos que hay en el mercado, ahora dicen los medios que nos preparemos que, en Italia, vuelve a existir un Padrino y que la Mafia está a la vuelta de la esquina. Al final lo mejor será no salir de casa. Bueno, ya más relajado y viendo que no me daban la casa ni a tiros, me apunté a un concurso de esos de preguntas en televisión para ver si sacaba un dinerito y me daba unas vacaciones mayúsculas. Y allí fui. El juego se llamaba el Multiconcurso y lo presentaba un tal Buzz que, bueno no diré lo que pienso por si me leen menores. Qué borde. Después de tragarme dos bombas que me saltaron media dentadura sólo me llevé unos euros que me dieron para poco. Qué triste.

Pero cual fue mis sorpresa al acercarme a la Agencia de Viajes y ver !!Oferta¡¡ Una semana en Paradise City por 100 €. Y no me lo pensé. Mira que mi madre me decía siempre que leyera la letra pequeña, pero las fotos me gustaron tanto que me lié la manta a la cabeza y me fui. Acojonao. Así estuve la semana entera. Los coches aparecían por todos sitios y dando unos trompazos que ni os cuento. No eran ni dos ni cuatro, sino cientos. Y para colmo, los últimos días aparecieron motos. No he rezado más en mi vida. Más que vacaciones fueron un suplicio. De vuelta a casa no os vais a creer lo que vi. Un erizo azul corriendo pasó justo a mi lado. En serio, todo azul y corriendo como un loco.

Decían los del lugar que ya lo habian visto otras veces, y que les parecía haber oido decir que volvería pronto. Fue gracioso. Ahora recordando me sonrío, pero me han pasado cosas horribles este año. Recuerdo en un viaje de trabajo a Francia cuando me confundieron con un tal Bourne y me llevaron a los calabozos. Vaya somanta de palos que me dieron; porque claro, yo de francés ni papas. Al final una compañera de trabajo, en su mini, me sacó de allí como pudo. Ni que decir tiene que no volveré a poner los pies en ese país. Vaya panda de desalmados.