Llega por fin la duodécima entrega de Historia de Nintendo
Por primera vez en muchos años Nintendo se veía superada por otra empresa, y el panorama de otra rival, Sega, no era muy alentador, pero aún les quedaba un cartucho, Isao Okawa, un técnico de Sega, recibió el encargo de hacer una consola de 128 bits que dejase atrás a la Nintendo64, que era lo máximo en gráficos de consola, y sobre todo, que dejase en ridículo a PSX, el controvertido proyecto, se diversificó en tres corrientes distintas hasta decidir el definitivo, cuyo nombre sería Sega Katana.
El primero de estos proyectos fue una ampliación de 64 bit de Saturn que se denominó Eclipse, pero no hacía falta ser experto en economía para darse cuenta de que esto supondría un suicidio, otra expansión de Sega, aún así su bajo coste de fabricación provocó que se tuviese en cuenta junto a los otros dos proyectos: el primero Black Belt, con un chip IBM y aceleradora gráfica 3DFX Voodoo 2, la más potente, pero también la más cara y complicada de trasladar los juegos a la recreativa, por lo que se descartó.
El segundo proyecto de Sega era Dural, con chip Hitachi y tarjeta aceleradora NEC, similar a la placa de la recreativa NAOMI 2, Dural fue el elegido por Sega en detrimento de Black Belt y Eclipse, y cuando la consola fue anunciada cambió de nombre a Katana, que, cuando se acercó más la fecha de puesta a la venta, terminaría llamándose Dreamcast, la consola de 128 bit realizada con más mimo por Sega.
Dreamcast entró en el mercado aparentemente para arrasar, Sony aún no tenía lista la siguiente
Esta consola se puso a la venta en Japón en 1998 (25 de noviembre), y las primeras 150.000 unidades disponibles se agotaron el primer día, Sega volvía a respirar, sus acciones volvían a subir, y tras dos años de puro infierno con Saturn creían tener el arma definitiva contra Nintendo y Sony.
Además la consola vino acompañada de grandes juegos, de lanzamiento llegó Sonic Adventure, con cerca de 3 millones de polígonos en pantalla, además de dos increíbles conversiones de recreativa, Sega Rally 2 y Virtua Fighter 3, en el que por fin Yu Suzuki pudo conseguir el maravilloso juego que tenía proyectado.
Sega firmó acuerdos con Namco y Capcom, dos empresas que le dieron mucho a PSX, para que trabajasen para la nueva consola, se anunció la versión de Resident Evil y Soul Calibur.
En USA, la Dreamcast se lanzó a 199 dólares, un 9 de septiembre de 1999, de nuevo otro juego de números de los que le gustan a Sega, que tuvo que afrontar algunos problemas de fabricación, aún así fue un éxito, en tres meses superó el millón de unidades, mientras tanto el lanzamiento Europeo fue algo mediocre, y esto es en gran medida debido a una nefasta estrategia de Sega: