Análisis Xenoblade Chronicles X

He tenido la suerte, y digo suerte porque al final es lo que nos gusta y llevamos haciendo desde pequeños, de poder jugar en profundidad y analizar los tres grandes juegos de Nintendo para Wii U en este 2015. Pese a que la consola puede ser más o menos criticada, incluyendo el número de lanzamientos, lo que no podemos negar es que 'Splatoon' y 'Super Mario Maker' han sido dos juegazos que no han dejado a nadie indiferente, proponiendo decenas de horas de juego y cosechando buenos resultados, totalmente merecidos.

Sin embargo, para este final de año quedaba un plato muy fuerte y, bajo mi opinión, el principal del menú de Wii U en 2015. He disfrutado mucho de las batallas multijugador atípicas de 'Splatoon', o creando niveles y jugándolos con 'Mario Maker' - algo que llevaba queriendo hacer desde hace muchos años. Sin embargo, ha sido con 'Xenoblade Chronicles X' con el título que más he disfrutado este año en Wii U. Lo he comentado con anterioridad y, antes de entrar en materia, me gustaría repetirlo de nuevo, creo que Monolith Soft ha creado un título por encima de Wii U. Esto quiere decir que la consola no ha estado a la altura de lo esperado, pero 'Xenoblade Chronicles X' sí lo ha estado e, incluso, por encima de las expectativas.

Es un digno sucesor de 'Xenoblade Chronicles', y principalmente un buen sucesor de la franquicia 'Xenosaga'. Un título bastante más adulto de lo que estamos acostumbrados en los lanzamientos de Nintendo y que, por encima de todo, no es un título para hacer catálogo, es uno de esos títulos que incitan a la compra de la consola y son importantes para que los jugadores se animen a comprar Wii U (por ello Nintendo ha planificado un pack). Aunque probablemente sean dos juegos muy diferentes, podemos considerar este 'Xenoblade Chronicles X' como el 'Final Fantasy XV' para Wii U, y desde luego por profundidad o extensión no se quedará corto, nada tiene que envidiarle al juego de Square Enix. Sin embargo, pese a todo, la extrema profundidad de este título quizás le pueda restar algunas ventas de jugadores menos experimentados en los JRPG. Desde luego es el título que todos estábamos esperando, un título que todas las consolas querrían tener, pero que sólo lo veremos en Wii U.

Choque de civilizaciones

Como ya comentamos en nuestras impresiones finales, nuevamente y para seguir un poco la esencia de la franquicia, en este nuevo capítulo vemos una mezcla muy interesante de fantasía pura y dura, junto a una buena dosis de ciencia ficción. En esta ocasión la ciencia ficción se ha adueñado de una mayor importancia en todo lo relacionado con el juego, tanto la historia, como el mundo en general, así como en las propias mecánicas jugables, en batallas o fuera de las mismas.

Con esto en mente, tenemos que tener claro que la trama está marcada mucho por esta característica. Su planteamiento nos sitúa en la Tierra, pero en un futuro "cercano". Una guerra entre civilizaciones y federaciones en el espacio llega a la Tierra, que viven ignorando muchas de las cuestiones que se desarrollan en su galaxia. Esta batalla provoca la desaparición de nuestro planeta, sin embargo, hemos lanzado un bote salvavidas para nuestra especie. Antes de que el planeta fuera destruido, algunas personas de la Tierra pudieron escapar en una gran nave espacial.

Tras unos año en el espacio vagando para encontrar un nuevo planeta habitable, un nuevo inicio para el ser humano, nuevamente los pocos habitantes de la Tierra que permanecen con vida son atacados en el espacio, teniendo que realizar un aterrizaje forzoso y sin retorno en Mira, su nueva casa. Despertamos unos meses después de la llegada del hombre a Mira, en un momento en donde los miembros de "BLADE", una organización semi-militar que se encarga de proteger a los ciudadanos, se prepara para explorar este nuevo entorno de forma exhaustiva.

Nosotros podemos unirnos a BLADE y participar en esta exploración. La historia nos llevará a encontrarnos con las múltiples y peculiares razas que habitan este planeta, ya sean civilizaciones inteligentes o no, especies agresivas o pacíficas. Sin embargo, el viejo enemigo de la humanidad nos ha seguido hasta Mira, y siguen emperrados en acabar con nuestra especie. De esta forma tendremos contacto con especies autóctonas, pero también con otras especies tecnológicamente superiores que, o bien intentan destruirnos o, por el contrario, nos echarán una mano de vez en cuando.

Sí me gustaría indicar que, aunque se trata de una historia típica de la ciencia ficción, lo cierto es que tiene su propia esencia y sus elementos atípicos en cualquier otra historia de este género, que hacen al título de Nintendo algo único y poco visto. No es una historia que probablemente guste mucho en todos los mercados, pero sí es una historia que nos mantendrá pegados a la pantalla, que nos incitará a jugar, algo muy importante en un título en donde pasarás literalmente cientos de horas. Además, hay algunos giros argumentales importantes y bastante sorprendentes, adornados por vídeos realizados con el motor de juego bastante cinematográficos y en muchos casos impactantes, en donde además la magnífica banda sonora le queda como un guante. Lo cierto es que tiene una historia perfecta para cualquier fan de la ciencia ficción.

Mira es un mundo lleno de posibilidades

Con la llegada de los humanos a este planeta, el jugador descubre un mundo repleto de diferentes ecosistemas muy trabajados, en el que el esfuerzo realizado por Monolith Soft es espectacular. Mira es literalmente enorme, dividida en cinco continentes, a cada cual más espectacular que el anterior y, por supuesto, repleto de fauna y flora. Debemos comentar que estamos ante ecosistemas vivos, esto quiere decir que, por ejemplo, los animales se pelean entre especies o veremos diferentes tipos de plantas dependiendo de dónde estemos situados.

El paisaje y la fauna cambia dependiendo de muchas cosas, pero principalmente hay dos sistemas que cambian el entorno de forma importante: el sistema de hora del día y el sistema de climatología. Los animales que aparecen de día y de noche son, en muchas ocasiones, diferentes en cada una de las zonas. Además, ver cómo los paisajes cambian de noche, con respecto a su representación diurna, es espectacular. En ocasiones parecen dos escenarios completamente diferentes, y el trabajo artístico de Monolith roza el sobresaliente en este aspecto. Pero las criaturas o monstruos que nos encontramos en las zonas también cambian dependiendo del clima, al igual que los objetos que podemos encontrar en los escenarios.

Este es un tema importante. En el escenario veremos diamantes de color azul, normalmente estos son objetos propios del mapa. Frutos, plantas, restos de civilizaciones, insectos, etc. Son elementos que puedes recolectar en el mapa y que nos permitirán construir ciertas armas o mejoras para ellas. No penséis que los objetos son aleatorios en el mapa. En cada zona de Mira saldrán unos u otros objetos, y muchas veces tendremos que hacer alguna misión de recolección que nos llevará bastante tiempo hasta encontrar la zona del mapa en donde aparece un objeto en concreto. Por ejemplo, hay zonas del mapa de difícil acceso, en donde crece un material que no se puede encontrar en ningún otro continente de Mira. Tendremos una colecciopedia de objetos para ir registrando todos, aunque no nos indica la localización del objeto, algo que sería de bastante utilidad.

Los continentes en Mira están divididos en zonas y en una especie de malla hexagonal. Siempre que llegamos a una de estas zonas especiales, que puede ser un acantilado o una cascada, por ejemplo, desbloqueamos un porcentaje de exploración en cada uno de los continentes. En muchas de las celda hexagonales podremos plantar una sonda de exploración, con lo que desbloquearemos dicha celda y las colindantes en el mapa del juego. También, en muchas zonas, al descubrirlas podremos realizar un viaje rápido hacia ellas, algo que nos facilitará mucho la vida, pues los paisajes son enormes y no querrás recorrerlos siempre que tengas que ir de una punta a otra.

Es interesante que siempre que podamos activar una sonda - los lugares se indican por medio de una luz - lo hagamos, ya que luego podremos cambiar estas sondas por algunas de extracción, investigación, de recarga, almacenaje, de lucha o sondas miméticas. La sonda de extracción nos permite recuperar Miranio, que es el elemento con el que mejoraremos los fabricantes de armas y construiremos mejoras para ellas. Con las sondas de investigación generaremos ingresos de forma periódica, y una buena planificación permitirá que el dinero no sea un problema en 'Xenoblade Chronicles X'. La sonda de lucha, al igual que lo hace el clima, nos dará algunos efectos de estado durante las batallas, mientras estemos bajo su influencia. Los efectos de las sondas cercanas y del clima aparecerán en el menú del juego.

La sonda de almacenaje nos permitirá guardar mayor cantidad de Miranio, y es interesante poder guardar una buena cantidad, ya que de esta manera podremos ofrecerles más Miranio a las empresas constructoras de armas y skells, mejorando nuestro armamento en las tiendas. La sonda de recarga mejora la función principal de las que tiene a su alrededor, es decir, puede producir un aumento en la extracción de minerales o dinero. Por último, la sonda mimética copia la función de una sonda que esté conectada a ella en una celda. Debemos aclarar que si podemos conectar hasta 8 sondas seguidas del mismo tipo y modelo, podremos conseguir hasta un 80% más de producción en ellas. De esta forma, si enlazamos 8 sondas de extracción de Miranio consecutivas, tendremos un aumento del 80% de la producción. Lo mismo sucede con las sondas de investigación, así que, dependiendo de si necesitamos Miranio o dinero en un momento puntual, podremos modificar la colocación de las sondas y producir más de un elemento que del otro. Se trata de un sistema estratégico y muy bien pensado, para que los jugadores no se queden sin dinero y tengan un buen beneficio, ya que lo necesitarán para comprar sus armas, skells, armas de los skells, etc.